Debí haber sospechado desde que vi a los involucrados: veteranos del "Rock en tu idioma" hoy en día sin ninguna vigencia o de plano en el retiro. Sin embargo, más allá del evidente oportunismo, un "homenaje" a
Gustavo Cerati, hecho por músicos
profesionales de diferentes colores y sabores, no sonaba mal. Gran error: lo presentado en Mexicali fue un espectáculo patético y, en varios momentos, de verdadera pena ajena. El show consistió en una banda (¿Vista Point?) liderada por Diego Kaposhian (ex-Vilma Palma) y Pedro Pain (Victimas del Dr. Cerebro) con la cual, además del propio Kaposhian, se fueron alternando cantantes: "Piro" (Ritmo Peligroso), Ugo Rodriguez (Azul Violeta), Sergio Santacruz (Neón) y Kenny Avilés (Kenny y los Eléctricos) quien en su turno anuncio, sin pudor alguno, que ella no se sabía ninguna canción de Cerati cosa que demostró ampliamente al no poder cantar ni un verso completo de "Persiana Americana" (¡háganme el favor!) a pesar de llevar la letra escrita en una cartulina. La “actuación” de Kenny consistió en berrear un poco, mentar madres al por mayor y armar desmadre abajo del escenario incluyendo la invitación a los que estábamos en la zona "General" para que invadiéramos la “Zona VIP” (cosa que, obviamente, sucedió).
Con un
set list que incluyo 14 temas de
Soda Stereo y ni uno solo (¡ninguno!) de la faceta solista de Cerati (pero eso sí, nos recentaron “No huyas de mi” de Kenny) este “Homenaje a Cerati” no fue más que un palomazo mal hecho con escasos momentos de decencia básicamente por la guitarra de Pain y la participación de Ugo Rodriguez.
Una tocada (decir concierto seria exagerar) oportunista, carísima para lo que fue, pero sobre todo irrespetuosa; tolerable apenas por la música de Soda Stereo en si (que soporta aun estas barrabasadas) y, claro, porque la nostalgia siempre funciona.