Desde su pleito con Napster en el año 2000, el cual fue el principio del fin de este servicio, hasta la cancelación de una entrevista el año pasado por que el periodista que la haría admitió haber bajado de Internet (sin pagar obviamente) el “Death Magnetic”, Lars Ulrich no ha sido considerado precisamente el Sr. Simpatía. En su edición de Agosto, la revista Uncut publica un reportaje sobre los inicios del “New Wave Of British Heavy Metal” que incluye una anécdota del baterista de Metallica que nos pinta a un Lars casi entrañable, en aquellos tiempos en los que aun no era un rockstar ni se convertía aún, en el villano favorito de los usuarios de las redes P2P.
NWOBHM (extracto).
"...es Julio de 1981 y Diamond Head, los perennes y malogrados reyes del New Wave Of British Heavy Metal, acaban de terminar un concierto de rutina en el Woolwich Odeon al sur de Londres. Un chico danés-americano de 17 años llega hasta el backstage diciendo que uso todos sus ahorros para cruzar medio mundo en un avión y ver a su banda favorita, a la que ha seguido desde California a través del semanario musical Sounds el cual le llegaba vía correo desde Inglaterra.
"Estábamos impresionados de que hubiera venido desde tan lejos", dice con su triste acento Birminghense , Brian Tatler, guitarrista de Diamond Head. "Y también un poco en shock por que no tenia donde quedarse. Él termino durmiendo en mi departamento por una semana, en el viejo saco de dormir de mi hermano, y luego paso un mes con Sean (Harris), nuestro cantante. Era un chico encantador, peculiar y desbordante de entusiasmo, que se la pasaba haciendo air drums mientras Sean y yo escribíamos canciones juntos".
Ese chico, por supuesto, era Lars Ulrich, que regreso a California algunos meses después para formar una banda de covers de Diamond Head llamada Metallica, quienes para el final de la década serian una de las mas granes bandas del planeta..."