Un libro sobre Pink Floyd siempre suena interesante. Y “Rojo Floyd” (Editorial La Bestia Equilátera, 2013), del escritor italiano Michele Mari, lo es. Escrito en forma de “testimonios” que son narrados en primera persona por los protagonistas (los propios Floyd, sus parientes, colegas, amigos y otros personajes, reales e imaginarios) el libro no es una novela, a pesar de los abundantes elementos de ficción que se incluyen, ni tampoco es una biografía a pesar de la inclusión de numerosos hechos reales algunos históricamente conocidos y otros que son resultados de la investigación del propio Mari.
Así, por medio de los “testimonios”, anécdotas, réplicas y contra replicas entre los protagonistas, el libro presenta desde el alucinante dialogo entre Pink Anderson y Floyd Council (los “siameses”) en el que discuten la lista de apelativos que tuvo la banda antes de apropiarse de sus propios nombres, hasta el inventario detallado de las guitarras de David Gilmour (el “Hombre Gato”), las obsesiones de Roger Waters (el “Hombre Caballo”) o los méritos (o falta de) de Nick Mason (el “Hombre Perro”) y Richard Wright (el “Hombre Ratón”).
El acierto en la forma elegida por Mari es que, salvo algunos cuantos pasajes claramente inventados, nunca se sabe hasta donde la narración es ficción y hasta donde es realidad. Donde termina la investigación y empieza la fábula.
Acaso el único reparo ante el libro es la evidente fijación de Mari con la figura de Syd Barrett, el único protagonista que no participa en los “testimonios” (se asume que porque ya murió) pero que, ya sea como sujeto directo de la narración o como simple mención, aparece invariablemente en casi todos ellos.
Un libro entretenido, interesante y ampliamente recomendado para todos los floydeanos. -CORANNIEIT-
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