En Marzo de 2008 se publicó el último número (el 125) de “La Mosca en la Pared”, en mi opinión la mejor revista de música de Mexico de la década pasada y de la cual fui lector fiel desde sus inicios y hasta su tristísima desaparición. Contare tres cosas que sucedieron a raíz de la desaparición de “La Mosca”:
1) Caí en una especie de “depresión editorial” que me llevo a dejar de leer abruptamente todas las revistas (“Rolling Stone-MX”, “R&R”, “Indie Rocks!”, etc.) que compraba, literalmente, “de pasada” cuando iba a comprar “La Mosca”.
2) A falta del “Tiovivo” de “La Mosca”, empecé a escribir lo que sería la primera época de este blog.
3) Y, no sin cierto bochorno, confieso que empecé a tener un sueño recurrente: llegaba a un puesto de revistas y me encontraba varios ejemplares desconocidos de “La Mosca”; sin embargo, para mi desazón y en lo nebuloso de mi sueño, no lograba saber si eran números que habían escapado a mi colección (me precio de tener el 99% de los ejemplares de “La Mosca”) o bien, si mi amada revista había vuelto a la vida y lo que veía eran nuevos ejemplares.
Pues bien, después de poco más de 5 años (y con una malograda edición on-line de por medio) mi sueño se volvió realidad: estando por casualidad en un Sanborns vi de repente una revista llamada “Mosca” con una ilustración de Frank Zappa en la portada (con el quemadísimo eslogan de “Viva Zappa” y un Zappa de look “zapatista”). Por un momento dude, pero al hojearla y ver el nombre de Hugo Garcia Michel como director confirme que “La Mosca” había vuelto a la vida. Ahora me entero que esto sucedió desde hace algunos meses (el número que yo encontré es el 5 de esta nueva época).
La revista sigue siendo, en esencia, la misma. El diseño y las secciones prácticamente no sufrieron cambios. Hay plumas nuevas pero también viejos conocidos: Sergio Monsalvo, Eusebio Ruvalcaba, Rosa Olivia Hellion, David Cortes, etc. Se perciben las mismas filias y fobias que antaño. En general, pareciera que no pasaron 5 años sino que este es simplemente el numero 126 que había quedado pendiente solo que en vez de uno tardaron 64 meses en publicarlo….y eso por un lado me parece genial pero al mismo tiempo, al leer algunas páginas, me provoca una sensación de anacronismo. Acaso no es la revista sino los lectores los que hemos cambiado. En fin, “La Mosca” (ahora simplemente “Mosca”) ha vuelto, y eso, de cualquier manera, hay que celebrarlo. Larga vida a la “Mosca”.
