Después de habérmelos perdido en el Festival de Coachella, por fin pude estar en la escala San Dieguina de Muse en la que ofrecieron un concierto espectacular, de esos en los que uno sale convencido de que cada dólar del boleto valió la pena: juegos de luces, rayos laser, plataformas elevadas, pantallas multimedia pero sobre todo la estupenda música de Matthew Bellamy, Dominic Howard y Christopher Wolstenholme. Dos horas en las que fueron desfilando clásico tras clásico y que terminaron, but of course, con "Knights of Cydonia" (con una introducción levemente bizarra cortesía de la harmónica de Wolstenholme). Sin menospreciar la batería precisa, y no pocas veces explosiva de Howard, y el bajo discreto pero robusto de Wolstenholme, es sin duda la guitarra y la voz de Bellamy lo que marca la pauta en la música de Muse. Un concierto impecable, de esos que no quedan nada a deber.
septiembre 23, 2010
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